¿Por qué escuchamos?, ¿en qué parte de la cocina está la termodinámica?, ¿qué es un movimiento caótico?, ¿qué efecto tiene el Sol para la formación de petróleo, gas, madera o carbón?, ¿por qué una fuerza externa de pequeña amplitud puede provocar un sismo? La respuesta a éstas y otras muchas dudas la encontramos en el Museo Tezozómoc, donde no sólo experimentamos, ponemos la energía en acción. En este lugar lo único prohibido es no ser curioso. En este espacio interactivo ponemos en práctica el ingenio, la imaginación y la destreza física. Con aproximadamente 2,500 metros cuadrados de exhibición, los juegos didácticos de este espacio son el punto de encuentro entre docentes innovadores y alumnos curiosos, es el lugar donde se propicia el aprendizaje significativo y donde se detonan los talentos científicos.