Monumento en que la obra pictórica estaría a cargo de Siqueiros, pero la enfermedad primero y su muerte después lo impidieron; su cuñado Luis Arenal concretó la obra cumpliendo con uno de los anhelos del movimiento muralista, que era el de una obra plástica integral en la que colaboraran unidos arquitectos, ingenieros, escultores, pintores, obreros y técnicos en las diferentes áreas de la construcción. Con pinturas murales abstractas y una exposición permanente que incluye cronologías de 1806 a 1872, litografías y una colección de banderas de América, actualmente es un museo. Cuenta con un foro de 16 metros de ancho.